Odio los blogs
Por Eduardo Abusada
Odio los blogs porque todo mundo tiene un blog y ya se hace necesario tener uno. Odio los blogs porque quitan un montón de tiempo en el cual podría estar haciendo nada. Y al no hacer nada siento que debería estar haciendo un blog. Hacen que el “hueveo” pierda su encanto.
Odio los blogs porque intento mil veces tener uno con éxito y siempre fracaso. Un motivo más para sentirme un desdichado. Odio los blogs porque en el momento que escribo esto podría estar leyendo un buen –o mal- libro, o ver una película, cosas que sí me relajan, pero una lejana esperanza de hacerme “famoso” con un blog hacen que una vez más lo intente.
Odio los blogs porque entiendo de tecnología, tanto como Keiko de política (me han dicho que me meta con otros para que mi blog tenga éxito), y colgar una foto me toma horas aplastando las hemorroides. Odio también los blogs porque son un abuso de la democracia, y paraíso del libertinaje de expresión. Es bueno culantro, pero no tanto.
Odio los blogs porque no pagan por hacerlos. Google Ad Sense ofrece una verdadera miseria. Odio a los blogs porque los bloggers (alineados con los nombrecitos encima) machacan a cualquiera sin filtro alguno, y hacen que cualquiera se sienta columnista y/o periodista con un par de clicks en wikipedia. En realidad cualquiera lo es, véase La Hortiga…o este mismo blog.
Odio los blogs porque han maleado el castellano más que Toledo. Solo en este inútil post he usado como siete palabras que no están en español. Y yo que me preciaba de leer el Quijote, bueno, el primer capítulo nomás, porque yo no miento, no como algunos bloggers…mare, ajo…
¡ODIO LOS BLOGS PORQUE NADIE LEE EL MÍO! Basuuurass…creo que Melcochita me promociona: ¡No lo lean!
Finalmente, odio los blogs porque alguna vez soñé con escribir un libro, y el premio consuelo del blog a mis metas difusas me sabe a cebo de culebra.