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UNA DE LAS ULTIMAS CON JORGE SALAZAR

Publicado: 2008-06-11

Este es el texto de la entrevista que tuve el honor de hacerle al buen Jorge Salazar.Tinta rojaPor: Eduardo Abusada Franco / Fotos: Mónica PalomoEs gastrónomo, políglota, viajero, escritor, amante delfútbol y las mujeres.Jorge Salazar es uno de los mejores cronistas policiales de este país y en esta entrevista habla del 'Monstruo de Armendáriz', quien fue condenado a la pena de muerte y era inocente.También de 'Patita de Cuy', 'Tatán' y el Loco Poggi, entre otros.Jorge, ¿cuántos años te has dedicado a la prensa policial?No puedo calcular exactamente. Desde que empecé en el periodismo, hace 40 años, teníamos que hacer de todo. Yo me inicié fuera del país, en el diario 'Informaciones' de Madrid. Había acabado la secundaria en Gran Bretaña, en Edimburgo; luego estuve por Manchester y regresé a estudiar letras en San Marcos. Ese diario se parecía un poco a 'Trome' si usted quiere (sonríe).¿Cómo te inicias ya en el Perú?Acá regreso en los 70 y me incorporo a 'Correo' y luego a 'Caretas', donde trabajo mucho tiempo.En tu oficio de cronista policial, ¿has presenciado ejecuciones?Estuve en la del 'Monstruo de Armendáriz', que fue en el Panóptico, pero no nos dejaron ver. También conocí a 'Patita de Cuy'.El 'Monstruo de Armendáriz' era inocente, ¿no?Pero claro, el asunto con Jorge Villanueva es que los regímenes militares necesitan 'ejemplarizar', una forma de disuadir. Entonces, quienes sirven de ejemplo siempre son los más débiles y Villanueva no tenía perro que le ladre. A él lo acusan de violar y matar a un niño, pero él no fue y aún nadie lo reivindica.¿Por qué este caso fue tan famoso?Aparte de que la prensa hizo toda una historia, fue más por las ganas del régimen de dar el ejemplo. Ahí nada pasó. Villanueva era un vago y coquero, pero del tipo 'chacchador', que vivía en las covachas que habían en la Bajada de Armendáriz. A él lo culpan porque un turronero dijo que vio a un negro con un niño que le compró un turrón con una monedita blanca de 20 centavos, que eran muy raras, y por la moneda lo recordó (era la moneda de la suerte de Villanueva). Al final resultó que el niño no fue violado, según los análisis forenses posteriores. Fue atropellado y, por miedo, dejaron su cuerpo en una de esas covachas por donde iba Villanueva y esos fumones a tomar el 'chicharrón', la chicha con ron de quemar.¿Y cómo fue lo de 'Patita de Cuy'?De 'Patita de Cuy' dicen que mató a un policía en Matucana y también fue condenado a muerte. Fue durante el régimen de Morales Bermúdez. Yo hice una carta abierta, larga, al general Morales Bermúdez, donde le decía que la única revolución que se podía hacer era aquella donde se ahorraba sangre. Ahí le pedía que no lo condenen. Mató a un policía, pero fue en un altercado un poco oscuro, confuso. Mi carta la publicaron y reprodujeron en las universidades.Dentro de tu azarosa vida, tengo entendido que también incursionaste en el cine.Claro, cuando yo vivía en España hubo una época en que Hollywood se trasladó a la península por la mano de obra barata para las grandes súper producciones. Además, nosotros hablábamos lenguas. Trabajé en la película 'La Real Conquista del Sol'. También he cabalgado junto a Maximiliam Schell en la película de 'Bolívar'.¿A qué grandes actores entrevistaste o conociste?El mismo Clint Eastwood es mi amigo, así como Trinity (Terence Hill). También era pata de Charles Bronson; con él trabajamos en 'Los 100 rifles' y Raquel Welch. Conocí a Pina Baush, a Gina Lollobrigida y era amigo de Orson Welles. ¡A tantos he conocido!Tienes fama de ser un gran conquistador y de haber estado con hermosas mujeres del Perú, ¿cómo le hacías?(sonríe) Y de fuera también; pero no sé, eso se lo tendrías que preguntar a ellas. Son cosas que yo no las puedo explicar, quizás era mi cultura. Me he casado cuatro veces, pero a pesar de la vejez y la pobreza sigo siendo un gentil hombre y un caballero no habla de sus mujeres. Aunque, en realidad, siempre me gustaron más las europeas.Entonces, volviendo al tema policial, ¿cómo llega a tus manos el caso de Mario Poggi?Yo era coordinador de la revista 'Caretas' y tenía que ver a mucha gente que quería hablar con Enrique Zileri, el director; pero tenían que hablar previamente conmigo. En esas estaba cuando suena mi teléfono y la secretaria me dice: "Señor Salazar, afuera había un loco que dice que tiene información sobre el descuartizador Díaz Balbín, me ha dado miedo, pero nadie le ha hecho caso y se ha ido". Ese era el caso de moda. Le pregunté cómo era y tuve una corazonada. Así que bajé corriendo a buscarlo y lo encontré. Me dijo que tenía un negocio; y efectivamente, se había robado todas las investigaciones e interrogatorios de la PIP. Era el psicólogo de la policía.¿Pero Poggi ya había matado a Balbín?Sucedió que al 'pata' (Mario Poggi) le habíamos pagado la mitad, y quedamos en darle el sábado la otra mitad. Vino, recibió su cheque, y en la madrugada recién mata a Díaz Balbín.¿Y está loco de verdad o se hace?Decía que ese tipo merecía morir. Además, era un fascista, un loco y enfermo. Es un tipo peligroso, lleno de prejuicios y cosas.¿También viste el caso del asesino Segisfredo Luza, el asesor de Fujimori?El caso Luza lo trabajé un poco, pero no quise ahondar mucho porque estaba comprometida una pintora (Martha Vértiz) que era amiga mía. Cuando surgió que ella fue la manzana de la discordia, yo por ética dejé de ocuparme del caso.Pero el que sí viste fue el de Mamoru Shimizu, el japonés que mató a 7 familiares a garrotazos en una sola noche...Cuando ocurrió yo era un muchacho, pero resolví ese caso muchos años después. Pero él no fue el asesino, pues. Fue acusado y condenado por eso, pero él no los mató. Fueron lo que hoy día llamaríamos la 'Yakuza', este grupo vinculado al fascismo japonés. Lo detallo en mi libro 'La medianoche del japonés' (1991).Hablemos de 'Tatán', ¿era de verdad un delincuente elegante o eso sólo es una leyenda urbana?Elegante para la crónica. Pero al final era un faite más, sólo que caminaba enternado, era más o menos inteligente y tenía una pinta de galán de cine mexicano. Paraba bien peinado, con las uñas recortadas y se había puesto un diamante al costado de uno de sus dientes. Pero era un delincuente habitual, entraba y salía de la cárcel.¿Es cierto que las mujeres paraban enamoradas de 'Tatán'?Eso forma parte de todo este prontuario de la crónica, esta cosa medio amarillista, un poco 'chichona', más de leyenda que de realidad. Él era un pobre hombre, un delincuente. En 'El Frontón' mata a 'La Samba' cuando estaba durmiendo. Le echó kerosene y le prendió fuego. Nunca se supo por qué lo mató. De ahí lo trasladan a la Cárcel Central de Varones para juzgarlo y cuando llega 'La China Peralta', amante de 'La Samba', mata a Tatán. Luego 'Gavilán' Cortés, a quien conocí, mata a 'La China' y así sigue una cadena de venganzas.¿Crees que existe cierta nobleza, honor y leyes dentro del mundo del hampa?Hay algo. Estos 'faites', en el fondo, son peleadores. Viene del inglés 'fighter' (peleador). Como el único transporte que había era el marítimo, paraban sacándose la mugre en el Callao, entonces los 'faites' vienen del puerto. Se suponía que 'faite' no sólo era el fuerte, poderoso, sino también caballero. Ciro Alegría lo vio en el célebre duelo a navaja entre 'Carita' y 'Tirifilo', que fue un duelo de caballeros. Había reglas que se tenían que cumplir, como no atacar entre dos a uno. Ya después de los 70 todo eso del 'faite' protector se perdió.¿Alguna vez, como periodista y rebelde, has sufrido secuestros como Jaime Rázuri o te has visto cara a cara con la muerte?Esas cosas no me pasan a mí. Soy demasiado 'hijo de puta' como para que no me dé cuenta. Ya como luchador social, periodista, como viajero, veo el peligro. Te vuelves como un animal. Con Rázuri he trabajado, lo conozco. Estaba seguro de que lo iban a liberar.Has sido un aventurero empedernido que lo vivió casi todo y la posibilidad real de la muerte, a tus 66, no es lejana, ¿qué otras aventuras quisieras vivir?No tengo miedo a la muerte, sólo de perder la lucidez. Lo único que quiero es no darle trabajo a nadie, nunca he sido una molestia. Quiero morir como he vivido: en paz conmigo. Uno cree que a la vejez hay cosas que ya no se pueden dar, pero eso no es verdad, uno nunca sabe. Cuando di por finiquitada mi carrera, mi libro 'Papeles de Damasco' está ahora batiendo récords de ventas en México. A mí me pasan cosas inesperadas, una vez salí a visitar a unos amigos porque estaba muy cansado y acabé comprometido en matrimonio con una modelo inglesa de alto nivel en cuestión de horas. Yo sé que me puedo morir mañana, pero puedo soñar hoy día.


Escrito por

Eduardo Abusada Franco

Ya olvidé cuántas veces intento mantener un blog. Bueno, aquí voy una vez más. Sólo para bularme de mí mismo y tener donde renegar.


Publicado en

El Hocicon (blog pobre, pero honrado)

Para burlarme de mi mismo y renegar un poco